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jueves, 4 de diciembre de 2014

Con un par.

No quiero ser aceptada por nadie, mucho menos por ti.
No quiero tener que lamerle el culo a un hipócrita impresentable y egoísta.
Que para egoísta yo.
Que soy la que más piensa en mí y la que menos va a pedirte perdón, porque los que te decepcionan y tienen que pedirte perdón, no te merecen.
Soy la que más te va a aceptar tal y cómo seas, de prejuicios yo también vivo. Y de perder la cabeza por algo, y de tener vergüenza del que dirán, que, afortunadamente, ya no me importa.
Soy la que estará día y noche haciéndote reír hasta que se te caiga la boca. La que se levantará contigo después de cada caída y la que solamente te abrazará cuando realmente la ocasión lo merezca, porque no soy mimosa, odio acortar distancias, y si eso no te gusta, ahí tienes la puerta, que yo prefiero salir por la ventana. Y por cierto, no te preocupes, que se que aún así tendrás los suficientes huevos para darme la espalda, pero no, tranquilo, que cuando te des la vuelta yo ahí ya no voy a estar.

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