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jueves, 4 de diciembre de 2014

Con un par.

No quiero ser aceptada por nadie, mucho menos por ti.
No quiero tener que lamerle el culo a un hipócrita impresentable y egoísta.
Que para egoísta yo.
Que soy la que más piensa en mí y la que menos va a pedirte perdón, porque los que te decepcionan y tienen que pedirte perdón, no te merecen.
Soy la que más te va a aceptar tal y cómo seas, de prejuicios yo también vivo. Y de perder la cabeza por algo, y de tener vergüenza del que dirán, que, afortunadamente, ya no me importa.
Soy la que estará día y noche haciéndote reír hasta que se te caiga la boca. La que se levantará contigo después de cada caída y la que solamente te abrazará cuando realmente la ocasión lo merezca, porque no soy mimosa, odio acortar distancias, y si eso no te gusta, ahí tienes la puerta, que yo prefiero salir por la ventana. Y por cierto, no te preocupes, que se que aún así tendrás los suficientes huevos para darme la espalda, pero no, tranquilo, que cuando te des la vuelta yo ahí ya no voy a estar.

miércoles, 24 de septiembre de 2014

¿Realidad o perspectiva?

Hace mucho que no plasmo mis sentimientos en ningún lugar. Tal vez sea porque ya no se que decir, o quizá porque ya no se que contar.

viernes, 14 de febrero de 2014

Amor como sinónimo de capitalismo.

Hoy, me he asomado a este pequeño rincón, donde normalmente suelo dejar mis pequeñas migajas de sentimientos escarchados, para hablar sólo de una cosa. 
14 de febrero. Pensáis que sabéis de sobra de lo que voy a hablar. Pero no, no tenéis ni idea.
De una tradición de las culturas clásicas ha pasado a ser una de las bases más alimentadas del capitalismo.
Ahora el amor se mide por el número de regalos que recibes.
Sin besos ni miradas cómplice.
Ahora el amor se mide por la cantidad de dinero que te gastas en tu pareja. 
Adiós a la dedicación y al cariño que empleas en darle una sorpresa.
Algún día el amor corresponderá a un número limitado de sonrisas.
Sellarán la noche con un apretón de manos y descubrirán que están solos. Que todo lo material solo sirve para destrozarte, para recordarte que él estuvo, pero le cambiaste por todos esos regalos.

sábado, 11 de enero de 2014

Las cuchillas de los sacapuntas no se desatornillan solas.

Yo tenía sueños.
Deseos, pensamientos, virtudes, ambiciones..
Hasta que llegaste tu, sociedad. Críticas y amarguras. Prototipos y sanciones.
Esta mañana me levanté pensando en que mi pelo nunca caería en forma de cascada por mi cintura ( tal y como se está escrito en los libros). También me he dado cuenta que me gusta mirar a chicas delgadas pasear por la playa y pensar “ojalá estuviese yo así”. Meterme prendas diminutas y no avergonzarme cada vez que tengo que ir a la piscina con mis amigos.
Menos tetas
Meter tripa
Camuflar culo y piernas
Así es mi vida. No por lo que piensen, si no por lo que yo pienso de mi misma.
Un mundo perfecto. Ya quisieran muchos.
Es muy jodido ver como hay gente que se burla por el mero hecho de que pesar más de “lo establecido” por la sociedad. Conlleva a marginar tus pensamientos hasta el punto en el que acabas destrozándote a tí misma. 
>>No vales nada, no sirves para nada. Estás gorda.<<

Las cuchillas de los sacapuntas no se desatornillan solas.