Hoy, me he asomado a este pequeño rincón, donde normalmente suelo dejar mis pequeñas migajas de sentimientos escarchados, para hablar sólo de una cosa.
14 de febrero. Pensáis que sabéis de sobra de lo que voy a hablar. Pero no, no tenéis ni idea.
De una tradición de las culturas clásicas ha pasado a ser una de las bases más alimentadas del capitalismo.
Ahora el amor se mide por el número de regalos que recibes.
Sin besos ni miradas cómplice.
Ahora el amor se mide por la cantidad de dinero que te gastas en tu pareja.
Adiós a la dedicación y al cariño que empleas en darle una sorpresa.
Algún día el amor corresponderá a un número limitado de sonrisas.
Sellarán la noche con un apretón de manos y descubrirán que están solos. Que todo lo material solo sirve para destrozarte, para recordarte que él estuvo, pero le cambiaste por todos esos regalos.